Galletas para decorar

Hice estas galletas para el primer cumpleaños de Ainhoa, mi pequeña bebita…

 

Como hasta ese momento su juguete preferido era un osito de peluche marrón (ahora es un mono), quise que el osito fuera quien la acompañara como protagonista el día de su primer añito…

 

Y cuando ví el cortador de galleta de Wilton, me encantó, así que me lancé a hacer estas galletas para entregar a los invitados de regalo y agradecerles con ese detalle el que nos acompañaran ese día tan importante para nuestra familia. En Argentina se usa (creo que desde que tengo uso de razón), regalar algo a los invitados. A este detalle se llama «souvenir», y se entrega tanto en bautismos, comuniones, fiestas de «quince años», bodas, y en el primer añito de los peques, que se ha puesto de moda celebrarlo de manera muy especial.

 

 

 

 

Ingredientes (para 40 galletas de osito, aprox):

 

– 250 gramos de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente (efecto pomada)

– 250 gramos de azúcar glas (azúcar impalpable)

– 650 gramos de harina (sin levadura)

– 1 chorrito de leche (aproximadamente 3 cucharadas)

– 1 huevo tamaño XL (o 2 huevos medianos)

– 1 cdta. de aroma/esencia de vainilla

 

 

Batir la mantequilla con batidora eléctrica, preferentemente con el accesorio de la pala. Batir hasta que la mantequilla quede cremosa, y a continuación incorporar poco a poco el azúcar glas previamente tamizada, batiendo a velocidad mínima hasta que el azúcar quede totalmente integrado.

 

Asegúrate de incorporar todo el azúcar, incluyendo el que quede en las paredes del bol de tu batidora. Cuando esté todo integrado, aumenta a velocidad media y continúa batiendo hasta que la mezcla esté cremosa y se haya vuelto más blanca.

 

Añade ahora el huevo, ligeramente batido antes, y el aroma de vainilla, y bate hasta que estos dos últimos ingredientes se integren a la mezcla.

 

Finalmente, incorpora la harina, previamente tamizada. Hazlo de a poco, a cucharadas mientras bates a baja velocidad. Antes de terminar de incorporar toda la harina, añade la leche, bate y agrega la harina restante.

 

Con tus propios dedos toma un poquito de masa y verifica que se une cuando la presionas. Si es así, la masa ya está. Si se desmiga, agrega un poquito más de leche, pero OJO! no te pases, no puede quedar pegajosa… Prueba poco a poco.

 

Separa la masa en 4 bolas y a cada cual deberemos estirar. Para estirar la masa, colócala sobre un papel vegetal, y encima de la masa, otro. Y con un rodillo, vamos estirando la masa de manera uniforme. Yo utilizo dos agujas de tejer largas (a las que le he sacado la cabecita), y así la altura de la masa queda sin irregularidades.

 

Una vez estiradas las 4 bolas, debes guardarlas en la nevera (heladera, frigorífico) al menos 3 horas, aunque yo prefiero refrigerarlas durante toda la noche, así quedan mejor… Puedes guardarlas una encima de otra, separadas por el papel vegetal, procurando que las masas estiradas no se doblen ni arruguen. 

 

Cuando ya ha pasado el tiempo mínimo de refrigeración, colocamos la masa estirada y procedemos a cortar las galletas con el cortador. En este caso, yo he usado el cortador de osito, del juego de cortadores de bebé de la marca Wilton.

 

 

Una vez cortadas todas las galletas, las volvemos a introducir en la nevera por un mínimo de 15 minutos, para evitar que las galletas pierdan la forma.

 

Y tras esa segunda refrigeración, las horneamos en horno precalentado a 180º durante 10-12 minutos. Vigila atentamente las galletas, para que apenas veas que empiezan a tomar color por las orillas, las saques, ya que un minuto de más puede significar que se quemen.

 

Aunque en la receta original dice que puedes colocar las galletas directamente sobre la bandeja de hornear, yo prefiero usar papel vegetal y colocar encima las galletas cortadas.

 

Cuando estén listas, las sacamos del horno y dejamos enfriar la bandeja sobre una rejilla.

 

Con los restos de masa que te vayan sobrando al cortar las formas, vuelves a amasarla, estiras, enfrías en la nevera otros 30 minutos, sacas de la nevera, cortas las galletas, vuelves a enfriar, y recién horneas. Es decir, repetimos todos los pasos antes indicados.

 

Para decorar las galletas, éstas deben estar totalmente frías.

 

 

 

 

 

– 200 gramos de azúcar glas

– 1 clara de huevo

– 1/2 cdta. de zumo de limón (jugo)

– 1/2 cdta. de cremor tártaro (opcional)

 

 

Bate ligeramente la clara hasta formar una suave espuma, pero sin montar. Agregar, si tienes, el cremor tártaro, y a continuación, poco a poco, el azúcar glas previamente tamizada. Incorpora finalmente el zumo de limón.

 

La consistencia final es parecida a la pasta de dientes, por la densidad y por el color blanco.

 

En este caso, yo he coloreado la glasa de color marrón, por lo que debes incorporar al final las gotas de colorante, probando de a poco hasta dar con el color deseado.

 

 

Materiales necesarios:– Fondant blanco y negro
– Rodillo para estirar el fondant
– Cuchillo
– Pincel
– Agua
– Rotulador comestible color negro (marcador)

El primer paso es hacer las formas de las orejas, ojitos, hocico, la flor y patitas con fondant. 

 

1º – Para las patitas y el hocico, corta pequeños círculos sobre el fondant estirado. Para las orejitas, corta por la mitad otros círculos.Para hacer los ojitos, haz pequeñas bolitas con el fondant negro. Y para la flor, utiliza un cortador pequeño con forma de flor. Si se trata de un varón, puedes sustituir la flor por una corbata o pajarita…

 

2º. Para el delineado he utilizado la boquilla Nº 2 de Wilton. Delinea todo el contorno del osito, y marca las patas. A continuación, pega las orejitas y las patitas, humedeciendo el fondant con un pincel con agua.

 

3º. Para rellenar la galleta, he utilizado la boquilla Nº 14 de Wilton. Comienza a rellenar haciendo pequeñas y cortas presiones con la manga, de afuera hacia adentro.

 

4º. Completa el relleno de la cara del osito.

 

5º. Cuando acabes de rellenar la cara (y antes de que se seque la glasa), pega de inmediato el hocico, los ojitos y la flor; sin hacer presión.

 

6º. Continúa rellenando todo el cuerpo del osito.

 

7º. Cuando la glasa esté totalmente seca, dibuja el hocico con un rotulador comestible (marcador).

 

 

 

Finalmente, empaquetamos las galletas en bolsitas individuales y personalizamos con la decoración que nos guste. 

 

En este caso yo he utilizado para el cierre unas mini blondas blancas, dobladas por la mitad, a las que le he hecho dos agujeritos con la perforadora, he pasado un lazo de raso para cerrar con un moño, y he personalizado con una etiqueta con el nombre de mi pequeña.

 

 

 

 

Qué te ha parecido?

 

Estaré atenta a tus comentarios, que desde ya te agradezco.

 

Cariños,