Galletas de jengibre con cristal de caramelo

El jueves fue mi cumpleaños, y os aseguro que me ha hecho muy feliz ver la cantidad de gente que me ha dejado sus saludos a través de este espacio, y sus lindos comentarios hacia lo que comparto aquí. Sé que han venido animad@s por el sorteo que organizo, pero espero se queden y mantengan su interés en mis dulces propuestas. 

 

¿Qué no os habéis enterado todavía del sorteo? Pues corred!!!! aquí encontraréis las bases para participar!!!

 

Y cambiando de tema, hoy os traigo otra propuesta para la Navidad…

Debo confesar que estas son las primeras galletas de jengibre que pruebo, y madre mía…, ¡qué ricas son!

Había oído que son parte de la gastronomía típica navideña del norte de Europa, pero no había tenido oportunidad de probarlas, pero este año, me propuse buscar recetas y probar.

Esta es la única receta que he hecho, pero la fuente me da total seguridad de que debe ser de las mejores, sobre todo para decorar. De sabor, es impresionante, y si las queréis para decorar, la ideal. 

 

Y se me había puesto en la cabeza que quería aplicar la técnica del cristal, y se me ocurrió hacer estrellitas, como motivo navideño… ¿A que quedan bonitas? Y son muy fáciles de hacer.

 

Vamos con la receta:

 

 

 

– 100 gramos de azúcar moreno (azúcar negro)

– 75 gramos de miel de caña 

– 200 gramos de mantequilla sin sal

– 1 huevo 

– 400 gramos de harina

– 1 cdta. de nuez moscada en polvo

– 1 cdta. de jengibre

– 2 cdtas. de canela en polvo

 

 

– 200 gramos de azúcar glas (azúcar impalpable)

– 1 clara de huevo

– 1/2 de zumo de limón (jugo)

 

 

 

En un molinillo, o con Thermomix, molemos el azúcar moreno junto con las especias (canela, nuez moscada y jengibre) hasta lograr un polvo fino.

 

En un bol, colocamos la mezcla anterior y añadimos la mantequilla, que debe estar a temperatura ambiente. Si tenéis batidora eléctrica, batimos a velocidad media. 

 

Incorporamos a continuación la miel y el huevo y continuamos batiendo.

 

Por último, añadimos la harina, de a poco, y batimos hasta que todos los ingredientes estén integrados.

 

Ponemos ahora la masa sobre una mesa enharina, y vamos añadiendo harina de a poco, hasta que la masa no nos pida más, es decir, hasta que la masa ya no se nos pegue en las manos.

 

Ahora, aplanamos un poco la masa y la llevamos a la nevera (heladera/refrigerador) para que se enfríe.

 

Pasada media hora aproximadamente, retiramos la masa y estiramos con un rodillo hasta una altura de 3 mm de alto y de manera pareja. Colocamos la masa completamente estirada sobre una fuente, y llevamos nuevamente a la nevera, al menos por dos horas, y preferentemente por 18 horas (de un día para otro). Al estar más fría la masa será más fácil cortarla, y mantendrá mejor la forma que deseemos darle a la hora de hornearlas.

 

Pasado todo el tiempo de nevera, sacamos la masa y damos forma a las galletas con un cortador. Yo en este caso he usado estrellas de dos tamaños, y he hecho un agujerito con una pajita (cañita).

 

Para hacer el cristal debemos triturar los caramelos, separados por colores. ¿Cómo? Introducimos los caramelos pelados en una bolsa de plástico, y con un mazo o martillo le damos golpes hasta que queden totalmente triturados. Y si tenéis Thermomix, introducimos los caramelos en el vaso, y pulsamos 2 segundos en la función «turbo».

 

Una vez cortadas, las colocamos sobre papel vegetal, y en el hueco de la estrella que hicimos en el medio vamos rellenando con los caramelos triturados hasta taparlo por completo pero sin que superen la altura del borde. Vamos limpiando la superficie de la galleta de posibles restos de caramelo, el cual sólo debe quedar en el hueco.

 

Cuando hayamos completado el relleno de caramelo en todas las galletas, las introducimos nuevamente en la nevera, otros 30 minutos por lo menos.

Si te fijas en las fotos, he horneado tal cual las estrellitas que cortamos en medio de la grande.

Finalmente, se hornean en horno precalentado a 170º durante 10 minutos.

 

Cuando las saquemos del horno, debemos dejarlas enfriar sobre la misma bandeja donde las horneamos, pero encima de una rejilla, y hasta que el caramelo haya enfriado por completo y veamos que está de nuevo duro.

 

 

 

 

Para la decoración, hacemos una glasa, aunque os confieso que para estas galletas aproveché un poco que me quedó de las cake balls de este post. Recordemos que la glasa se puede conservar en el congelador, o bien en la nevera unos 5 días.

 

De todos modos, te comparto de nuevo la receta para hacer la glasa:

Mezclamos en un bol (con ayuda de una batidora de alambre) la clara de huevo con el azúcar glas y la media cucharadita de limón. Mezclamos (sin batir) hasta lograr que se integren los ingredientes en una pasta complemente homogénea. La consistencia final es parecida a la de la pasta de dientes.